28 oct 2014


El fichaje de John Galliano como nuevo director creativo de la maison Martin Margiela ha desencadenado miles de comentarios de todo tipo. Para sus incondicionales fans es motivo de alegría y celebración, nadie duda que Galliano ha sido uno de los nombres claves de la moda en las últimas décadas, y su fulminante despido de la firma Dior fue un proceso oscuro y muy poco razonable. Pero para los admiradores de la filosofía que el belga M. Margiela desarrolló a principios de los ochenta cuando creo la marca, la llegada de Galliano no ha gustado nada.
Margiela estableció unas normas de investigación y desarrollo de las colecciones basadas en el trabajo en equipo y en la ausencia total de protagonismo, de hecho del creador belga apenas existen fotografías, todo lo contrario que John, al que le gusta una cámara y una pose más que a Amanda Lepore la silicona. Pero la realidad es que desde que el italiano Renzo Rosso se hizo con la marca y el diseñador belga abandonó la misma, los beneficios económicos se han duplicado.
Por lo tanto la conclusión a la que personalmente llego es la siguiente:
-La filosofía y el concepto de Margiela en el desarrollo de las colecciones puede resultar muy interesante, muy cool, y muy vanguardista, pero no rentable como negoció. Hacer ropa para las cuatro raras de turno nunca lo ha sido.
-Galliano es una Star, cuyas colecciones jamas pasaron desapercibidas, es cierto que abusaba de los fuegos artificiales y de la teatralidad de sus prendas, pero como negoció nadie duda que fue muy rentable para Dior, es posible que no vendiera mucha ropa, pero sí otros productos de la casa, como cosmética y complementos.
-Galliano puede hacer de Martín Margiela una marca mucho más comercial y mediática, pero ojo, espero que John haya aprendido la lección y vuelva con humildad y ganas de pasar página e iniciar una nueva andadura, si entre sus objetivos está la venganza y el despecho, no tengo la menor duda de que fracasará...

4 comentarios:

Uno dijo...

Como ya hemos comentado otras veces hoy las firmas sin los firmantes se desvirtuan pero además lo hacen descaradamente sin el menor reparo. Efectivamente Galiano parece lo opuesto a M. Marguiela pero no cabe duda de que su trabajo se esperará con gran espectación. Y eso es todo lo que importa.
En ese sentido - y ya puedes empezar a odiarme- Lagerfeld es de los pocos, si no el único, que si tiene siempre en sus colecciones un toque Chanel.

Uno dijo...

Y pensándolo bien, con todo su teatro y sus fuegos artificiales, Galiano si era Dior.

deWitt dijo...

Creo que has dado en el clavo: hacer el negocio rentable. Imagino que es muy difícil conciliar todos los ingredientes que hacen de una marca un éxito.

Santy Trombone dijo...

Siempre he pensado que cuando un diseñador desaparece nadie debería ocupar su puesto en la firma, pero el negocio es el negocio y el señor Rosso busca hacer popular una marca que en teoría nunca quiso serlo. Galliano tiene mucho talento, pero también tenía un ego desorbitado que se le fue de las manos... Lagerfeld es un gran diseñador, nunca lo discutiré, pero a mi no me gusta ni su trabajo, ni su persona... Ni sus horribles anillos.

DEWITT: No, efectivamente no es fácil, pero en estos tiempos que corren hay que intentarlo...