"Entramos en Gucci y él había escogido y amontonado sobre un mostrador unas dos docenas de carísimos jerséis. De pronto, los agarró todos y salió caminando tranquilamente a la calle, donde estaba lloviendo a cántaros. Tiró los jerséis al suelo y empezó a darles patadas.
Los empleados de Gucci se lo tomaron con calma. Uno de los dependientes sacó un bolígrafo y un talonario de facturas y me preguntó : "¿A nombre de quien debo cargar estos jerséis...?" El hecho era que, realmente, no lo sabía. Dijo que necesitaba alguna identificación, así que salí a la calle, donde Monty seguía propinando patadas a los jerséis (observado por un creciente número de mirones), y le pregunté si tenía alguna tarjeta de crédito. Me miró con una altivez absolutamente maniaca y desproporcionada y me dijo: "¡Mi rostro es mi tarjeta de crédito!".
"RETRATOS" (Truman Capote)
5 comentarios:
Monty siempre me ha dado pena y ternura a partes iguales. Pobre hombre!
El mundo está lleno, querido amigo, de ese tipo de personas... (yo incluido)
La faceta mariliendres de Liz no se ha estudiado suficientemente.
Qué afición ha tenido siempre Liz Taylor a rodearse de hombres maniáticos y vulnerables. Que si Clift, que si Michael Jackson, que si la mitad de sus maridos...
El retrato es descorazonador, maravilloso.
Dicen que Dios los cría y ellos se juntan... Ella fue más o menos igual que ellos, una maravillosa borracha maniática.
Publicar un comentario