
“Parece que las parejas de hombres rompen más que las de mujeres (disculpad el binarismo), son menos duraderas. Analizando las razones, son las mismas por las que podría romper una pareja hetero (falta de comunicación, incompatibilidad de caracteres, total ausencia de relaciones sexuales). Entonces, ¿por qué nos separamos más nosotros? No tengo ni puta idea. Pero sí creo que quizá podríamos entender la pareja no como un contrato de alquiler de una vivienda y sí como un vínculo entre dos compañeros de viaje que crean un proyecto de futuro. Puede sonar conservador pero a medida que se van cumpliendo años, uno piensa mucho más en los compañeros de viaje que en los compañeros de cama.
Cuando creemos que hemos encontrado a la persona con la que nos gustaría emprender ese camino, cuando conocemos sus defectos y valoramos sus virtudes, cuando respeta nuestros silencios e interpreta nuestras miradas, cuando sabemos lo que es reír y llorar juntos, tiendo a pensar que es una frivolidad abandonar ese viaje porque “ya no follamos como antes”.
Cuando me he sentido solo nunca he echado de menos una polla. Encontrar sexo es sencillo. He echado de menos la compañía bajo la manta viendo una película o el detalle de una taza de leche con miel cuando el resfriado no me dejaba salir de la cama. Supongo que la clave está en encontrar al compañero de viaje. Todo lo demás es una simple negociación. O será que ya soy mayor.”
(PACO TOMAS)
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