Yo como no tengo mucha paciencia, le doy mucho mérito, desde luego. El precioso retrato, tras su aparente calma, esconde un ataque de nervios que se evidencia en esos pies retorcidos.
La paciencia está pasada de moda. Si eres paciente eres un pringado, si te alteras a la más mínima es que tienes mucha personalidad. Yo la considero un valor, pero debe ser que yo mismo estoy pasado de moda.
Pues yo tengo muchísima paciencia, pero reconozco que también me altero, en ocasiones, a màs mínima. No se si estaré pasado de moda o quizás sea un enfermo mental... Me inclino por la segunda opción.
4 comentarios:
Yo como no tengo mucha paciencia, le doy mucho mérito, desde luego.
El precioso retrato, tras su aparente calma, esconde un ataque de nervios que se evidencia en esos pies retorcidos.
Cada día me sorprende más tu sabia psicología, solo un gran observador se fijaría en ese detalle de los pies...
La paciencia está pasada de moda. Si eres paciente eres un pringado, si te alteras a la más mínima es que tienes mucha personalidad. Yo la considero un valor, pero debe ser que yo mismo estoy pasado de moda.
Un abrazo.
Pues yo tengo muchísima paciencia, pero reconozco que también me altero, en ocasiones, a màs mínima. No se si estaré pasado de moda o quizás sea un enfermo mental... Me inclino por la segunda opción.
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