A mediados de los años 70 le diagnostican esquizofrenia. Empezó a rondar las cercanías del suicidio y a sufrir perdidas de memoria. Los problemas los arrastraba con ella en hoteles y escenarios. Se volvió agria e insoportable con la que gente que iba a verla. Es famosa aquella frase: "Yo no llevo una sonrisa pintada en mi rostro como Louis Armstrong". En algunos momentos llegó a decir que era la mismísima reencarnación de la reina Nefertiti.
(NINA SIMONE)


1 comentario:
Genial Nina, por muchas chorradas que pueda haber dicho en su vida, todo se le perdona por esa cálida voz en el piano. My baby don't care.
Preciosas las fotos.
Un abrazo.
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