18 ago 2016

Nunca me ha interesado especialmente ni la vida, ni la obra del mitificado escritor norteamericano J.D. Salinger... recuerdo leer hace muchísimos años su aclamada novela, "El guardián entre el centeno" y no sufrir ningún tipo de catarsis emocional, como parece ser le sucede a un gran número de personas. A Oona O' Neill apenas la conocía, salvo por ser la tercera y última esposa de Charles Chaplin, y "Charlot" tampoco fue nunca santo de mi devoción... Con estos antecedentes la verdad es que mi interés por esta obra de Frédéric Beigbeder eran más bien pocos, no obstante y por recomendación de mi amigo G. la he leído y la verdad es que me ha gustado mucho, mucho, (más de lo que pensaba). La historia es una ficción sobre el contenido de las cartas que Salinger y Oona, (quienes mantuvieron un breve, pero intenso romance de juventud) se escribieron durante una parte de su vida, ya que la familia de Oona no dio los permisos correspondientes para que Frédéric pudiese leer las originales. 

Algunos detalles de la vida de los personajes, evidentemente son reales, como el gran escándalo que generó el matrimonio entre Chaplin con 50 años y Oona con 18 recién cumplidos. Beigbeder también hace todo tipo de reflexiones personales, algunas muy interesantes sobre la juventud, la vejez,  Facebook o la guerra, estas ultimas algo más duras de digerir.
En definitiva un triángulo amoroso lleno de glamour y decepción, N. York, Hollywood, Londres, Suiza, alcohol, morfina, altas dosis de humor y los estragos de la guerra, con secundarios tan interesantes como Truman Capote, fiel amigo de Oona. Hemingway, Rihanna o la mismísima Mae West.

“El mundo presente está habitado por seres horrorosamente independientes, acomplejados, insatisfechos; enamorados incapaces de amar, ovejas que se niegan a ser ovejas y aun así pacen, imaginándose al margen del rebaño; en definitiva, unos excelentes clientes para Freud, Buda, Fashion TV y Facebook.”

(Pasaje de: Beigbeder, Frédéric. “Oona y Salinger.”) 

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