La vejez, como bien sabéis los que de vez en cuando pasáis por este blog es una de mis mayores obsesiones, o mejor dicho, la forma en que actualmente la sociedad se enfrenta a esa etapa de la vida...
Ahora todo el mundo busca ser joven eternamente, nadie o casi nadie acepta el paso del tiempo y para ello se recurre a todo tipo de estrategias. Hace unos días leí un articulo en "El País" escrito por Martin Caparrós, que precisamente aborda este suculento tema, y que me ha gustado mucho...
"VIEJOS DE COLORES"
"CAMINAN DE LA MANO: un señor setentón de pantalones cortos y gafas de pasta anaranjada, buena panza, canas en coleta, y una señora coetánea con el pelo azul y verde rematado por un moño rojo, pantalones muy anchos de flores, camiseta, caminan y se ríen y se besan. Es Nueva York, pero podría ser cualquier otra ciudad del mundo rico. Un fantasma recorre Occidente: correntadas de viejos que buscan sus maneras."
"Ahora los viejos viven más que nunca en un mundo que detesta la vejez y adora la juventud como pocas veces adoró a otros dioses. Su triunfo –que existan es un triunfo estrepitoso– sirve para poner en escena su derrota. Se pintan el pelo, caminan en bermudas de la mano, se besan, follan, viajan, trabajan, incluso planifican: diríamos que actúan como lo que ya no son. Pronto, supongo, lo veremos como la conducta más corriente de los viejos."
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