9 nov 2018


Cuando pienso que hay miles de adolescentes y jóvenes que jamás han conocido ni pisado una tienda de discos siento una profunda tristeza, y no puedo evitar recordar el inmenso placer que para mí suponía entrar en uno de estos santuarios, donde años atrás pasaba largas horas buscando, manoseando, oliendo y comprando vinilos… Ahora ya no lo hago.
Aunque dicen las estadísticas que las ventas de vinilos vuelven a ser importantes, creo que ya nada volverá a ser como antes. No hay nada más encantador que alguien que husmea con emoción música en una tienda de discos… Y nada más trisque que buscar canciones con una aplicación en un móvil.

No hay comentarios: